Renovación de votos de la Hermana Mar de María

27 May

Renovación de votos de la Hermana Mar de María

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El pasado martes día 25 de mayo de los corrientes a las 20:15 h. renovó los votos la Hermana Mar de María Martínez Zayas, Hija de Santa María del Corazón de Jesús, perteneciente a la comunidad religiosa que atiende el Seminario. Publicamos una entrevista de la experiencia que vivió aquel día. El sí de uno lleva consigo otros síes por la mimética y el contagio de la felicidad que nos aporta el servicio a Jesucristo y a su Santa Madre.

Hermana Mar de María Martínez Zayas, votos perpetuos en la institución de Hijas de Santa María del Corazón de Jesús.

 ¿Qué es una renovación de Votos?

Renovar los votos significa que una persona consagrada a Dios renueva el “Sí” que ya le ha dado al Señor y al mismo tiempo experimenta que Dios confirma su llamada y su amor de predilección. Una renovación de votos supone una gracia nueva para responder a Dios con un amor “estrenado”, así como acoger el amor siempre nuevo y dinámico que Dios derrama sobre el alma de su elegido. La renovación pública de votos se hace en razón de un motivo especial pero el Consagrado ha de renovar en su alma todos los días sus tres votos y practicarlos con su vida, porque son su alianza de amor con Dios así como un matrimonio necesita alimentar su amor todos los días con detalles de cariño y la entrega de la vida. A semejanza del Matrimonio renovar el amor es tener un nuevo impulso y felicidad para vivir tu vocación personal en plenitud.

En nuestro Instituto Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, tenemos  por costumbre realizar una Renovación de votos en la misión apostólica donde estemos destinadas el año en que hayamos hecho la profesión perpetua, a fin de compartir con las personas con las que nos relacionamos el gozo y la alegría de habernos consagrado a Dios para toda la vida. Al mismo que damos testimonio de la llamada de Dios a un alma para hacer alianza nupcial con ella, nos comprometemos de manera pública, a fin de que la asamblea sea testigo del compromiso que asumimos y nos aliente, corrija y acompañe en nuestra decisión de seguimiento a Dios en la vida religiosa.

¿Qué ha supuesto para ti Renovar tus votos?

Para servidora ha supuesto el gozo íntimo y la alegría grande de experimentar una vez más la mirada de predilección de Dios sobre mí, no por mérito propio sino por un amor gratuito de Él, y agradecer con humildad, santo temor y confianza, el Don inmerecido de la vocación. Al mismo tiempo se ha acrecentado la conciencia de que soy un instrumento elegido por Dios para llevar a los hombres a Él y un canal por el que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo puede recrearse con sus hijos los hombres, a través de la misión apostólica que realice en su nombre.

Este día ha supuesto para servidora, como para toda Hija de Santa María del Corazón de Jesús, la conciencia de que la vivencia de nuestra vida consagrada acrecienta la santidad de la iglesia y la embellece si permanecemos fieles.

Testimonio. 

Os puedo compartir que la vida consagrada está llena de experiencias inimaginables. El gozo que da Dios cuando te fías de sus planes es difícil explicarlo porque es algo que solo Dios, por ser Dios, lo puede dar con su poder y gloria. La felicidad es inmensa cuando compruebas que Dios no quita nada y lo da todo, el ciento por uno en esta vida, y como dice el evangelio, con persecuciones, porque la vida religiosa es signo de contradicción en este mundo, como lo fue la vida de Jesús para la gente de su tiempo, sin embargo aprendes de Jesús, Maestro y Esposo de tu alma, a tomar tu cruz y a seguirle porque con Él su yugo es suave y su carga ligera.

En este día desearía profundamente que la gente conociera a Dios y se encontrara con Él. Jesucristo no es un personaje histórico del pasado, Jesús es una persona viva que puede cambiar tu vida si le dejas entrar, y si Dios tocara a la puerta de tu alma para llamarte con predilección nunca digas “no”, pide a la Virgen su ayuda para descubrir la belleza de entregarte enteramente a Dios,  la vida religiosa es como un tesoro escondido en un campo. ¡Dichoso el que lo encuentra!