FAMILIA PROTAGONISTA DE LA APERTURA

Las mismas palabras de D. Manuel Jesús Arroba Conde, ponente del acto docente, pueden resumir la jornada del día 1 de octubre en la Apertura del Seminario y los Centros académicos diocesanos: “Me parece justificada su idea de elegir la temática familiar para la lección inaugural del curso 2021-2022. Creo que una buena prueba del acierto que supone esa elección es la dedicación de este año en la Iglesia, otra vez, a la reflexión sobre la familia, al cumplirse cinco años de la exhortación “Amoris Laetitia”, tras las asambleas sinodales sobre el tema celebradas en 2014 y 2015”. Y esto fue lo que sucedió, un encuentro familiar de los miembros del Seminario, los profesores, los alumnos, las familias y los amigos del Seminario, así como todos los formadores y formandos de todos los centros académicos diocesanos.

Todo comenzó con la Eucaristía presidida por el administrador diocesano D. Diego Zambrano López, que nos dirigió una homilía que evocaba la importancia de las instituciones académicas diocesanas para la formación de los sacerdotes y los laicos, tal como se pidió en el último sínodo diocesano. Todos los responsables de los centros emitieron su credo, para después unirse todos los profesores. Un acto lleno de armonía y comunión.

Seguidamente la multitud de participantes en la jornada formativa asistieron a la Lección Inaugural, que impartía el ponente ya mencionado más arriba. Antes el administrador diocesano y el rector saludaron a todos los presentes. La ponencia con el título: “La familia transmisora de la fe y semillero de vocaciones. Una mirada social y eclesial” versó sobre un acercamiento al panorama de la familia en la actualidad. Sociológicamente existe una dicotomía con respecto a la familia, por una parte, su valoración como sociedad de los cuidados y, por otra, su denostación al relegarla por otros modelos de convivencia más individualistas fomentados por los poderes fácticos, persiguiendo intereses contrarios a la dignidad de la persona humana, limitando su libertad. Se recordó cómo en nuestro mundo, como sociedad de riesgo, necesitamos a la familia. Ante este panorama la Iglesia apuesta por el evangelio de la familia, como el natural e intrínseco deseo que hay en cada persona de la comunidad familiar, así como, la fundamentación en la cultura del encuentro, que se fomenta en ese circulo familiar, como realidad presente en todos los enfoques sociológicos y antropológicos. Con todo esto se hizo mención al papel de la familia en la transmisión de la fe y como herramienta insustituible en el despertar vocacional de sus miembros. Todo concluyó con un refrigerio que fomentó la fraternidad entre todos. Unos momentos para compartir experiencias y sensaciones que durante este tiempo han estado relegadas por la pandemia. Este día el Seminario fue mucho más una institución de acogida y abierto. Gracias a todos los concurrentes por posibilitarlo.

Publicamos la ponencia de D. Manuel Jesús Arroba Conde:

Ponencia-D-Manuel-Jesus

Autor: seminariocaceres